The Young Pope, manual para entender esta serie
The Young Pope no es una serie al uso. Se mete en el centro de una religión. En el corazón mismo del Vaticano.
Las interpretaciones son todas subjetivas y personales. Cuando se leemos o vemos una obra, película, serie, etc, es nuestro criterio personal lo que nos forma nuestra opinión. Nuestras experiencias, lo que hemos vivido y sentido son lo que hacen que interioricemos de una manera u otra. Así lo que para unos es una cosa para otra es lo contrario.
Esta serie no está exenta de polémica. Para unos es una crítica al catolicismo. Una crítica al Vaticano mismo, a los cardenales y al propio Papa. Para otros, al contrario, es una exaltación misma de la fe y de la propia iglesia como garante legítima de ella. Tema delicado, sin lugar a dudas, el que el director y los guiones están tratando.
Ahora bien, ¿qué significa lo que estamos viendo? ¿qué nos quieren decir? ¿Cuál es el mensaje?
The Young Pope, Spoilers a partir de aquí
¿Cuál es el mensaje?
Esta es una pregunta que podemos ver latente a lo largo de toda esta primera temporada. Una primera omilía dentro de un sueño del joven Papa. Nos hacen esperar hasta el primer sermón del nuevo jefe del Vaticano. Y luego nos hacen esperar más al nuevo mensaje a los Cardenales.
Cuando estos mensajes llegan decepcionan. Decepcionan a todo el mundo. A los creyentes, a los cardenales y al espectador mismo. Es un mensaje anacrónico, antiguo, falto de empatía. Y es un mensaje que se hace raro, contradictorio con lo que se puede esperar de una seria que ha elegido esas imágenes que la componen. Que ha elegido esa banda sonora. Todo en sí a la serie parece ser contradictorio con los mensajes del Papa.
¿Pero esto es simplemente así o hay algo más?
Algo nos dice que hay algo más en este mensaje. Y no es el significado de lo que él dice si no lo que sus palabras provocan. No provocan indiferencia si no rebelión. Ataca el feminismo y la homosexualidad. Esto no se entiende por nadie, ni por los cardenales más conservadores.
No se entendería la contradicción entre las palabras de su discurso y sus actos si estas no fuesen usadas con intencionalidad. ¿Cómo se entiende si no la elección final del Monseñor Gutierrez como su Cardenal de confianza cuando ya sabía que era homosexual? ¿Y antes de la Herma Mary? Una mujer y un homesexual siempre como sus segundos cuando sus palabras dicen lo contrario. Esto es coherente si lo que busca con sus palabras es esto, una revolución. Un cambio para llegar a mundo en el que todos seamos iguales. Y con un Dios que es sonrisa y no Castigo. Que es luz y no oscuridad.
Sus palabras sólo son un medio al igual que sus actos para forzar que sea la propia gente la que se rebele, cambie el mundo y haga ella misma este cambio.
Así cuando ve el producto de la guerra habla de paz. Y cuando ve los actos atroces de miembros de su iglesia reza o usa sus enfermedades para que veamos que es Dios, el que sí actúa y el que hace caso a su oraciones. Demostrando así su existencia y mostrándolo al mundo.
Veo en la serie una analogía entre el sentimiento de horfandad con el sentimiento que produce la falta de Dios. Habla de la ausencia de Dios porque no ve a sus padres, porque no van a él. Parece que espera una señal de ellos para mostrar y hablar al mundo de esa luz que da Dios. Cuando al final, poco a poco los va viendo, poco a poco va mostrando al mundo esa luz. Y cuando los ve el mismo se muestra públicamente al mundo.
Es una serie para ver con detenimiento. Pensada para hacer pensar y sentir.
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