21 años Condenado En La Mas Absoluta Oscuridad

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21 años Condenado En La Mas Absoluta oscuridad, en los que Daniel a vivido después de quedarse ciego aquejado de una enfermedad. 21 años en los que tantas veces imagino volver a ver las caras de sus seres queridos.

21 años Condenado En La Mas Absoluta oscuridad...

El gran día había llegado, gracias a la ciencia y a un grupo de médicos que llevaron en el, una arriesgada operación para devolverle la visión, Daniel visiblemente emocionado y sin saber a ciencia cierta el resultado de la complicada operación se enfrenta al gran día , acompañado de su mujer y su hija, esa mujer a la que lleva 21 años sin ver y su querida hija que nació cuando el ya era invidente por lo tanto aunque el intuye como es, la emoción de poder ver su rostro por primera vez es algo indescriptible.21 años Condenado a la oscuridad21 años Condenado En La Mas Absoluta oscuridad El ambiente es tenso en la consulta de la doctora, incluso ella no tiene muy claro cual será el resultado. Daniel tiene sus manos nerviosas tapando sus ojos, mientras su doctora le va dando las explicaciones oportunas de lo que puede suceder, tendrá que abrir los ojos muy despacio, aun están demasiado sensibles, la luz puede ser muy molesta, hay muchos sentimientos encontrados entre los asistentes, nervios, emoción y miedo a que algo falle y quedarse en la oscuridad para siempre habiendo usado el ultimo cartucho de esperanza para Daniel.Poco a poco se va quitando las manos de los ojos, esperando la orden que le diga ábrelos, es el momento Daniel lentamente abre sus ojos y busca con la mirada perdida a sus seres queridos ¿papa puedes ver? le pregunta emocionada su hija a lo que el contesta con un SI tan rotundo que hace estallar a los presentes con gritos de alegria.21 años Condenado a la oscuridad“Lucen mucho más hermosas de lo que nunca hubiera podido imaginar”  son las uncías palabras que podía articular Daniel. Después de 21 años Condenado En La Mas Absoluta oscuridad hoy Daniel disfruta por primera vez de la sonrisa de su hija.Quizás los que tenemos la suerte de ver, tendríamos que empezar a valorar la suerte que tenemos de contemplar a diario a nuestros seres queridos.

ME LLAMO SONIA Y SOY APPLELIANA.

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