Recordando Umberto Eco, el Cervantes Contemporáneo

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Umberto Eco, el recientemente fallecido filósofo y escritor italiano nos dejó un gran legado literario y cultural que alcanzó su máximo esplendor cuando escribió “El Nombre de la Rosa”, novela histórica de misterio publicada en 1980, y que fue llevada al cine en 1986 por el director francés Jean-Jacques Annaud.

Umberto Eco nació en Alessandria, a orillas del río Tanaro, un 5 de enero de 1932. Fue en esa misma ciudad que cultivó su pasión por la lectura gracias a su abuelo, ávido lector, que encontrándose en pensión releía todos los libros que tenía por entonces, dejando algún que otro tirado por la casa. Es así, que un día Umberto con apenas seis años se encontró sin querer libros de Gautier y Dumas, entre otros, quedando maravillado y entusiasmado.Aquellos fueron los primeros libros que pude ver. Cuando murió mi abuelo, muchos propietarios de aquellos libros los pidieron. Sin embargo, tiempo después de casualidad los encontré en la cantina de mi casa. Resulta que de vez en cuando me mandaban a traer carbón o una botella de vino, y un día abrí aquella caja tan grande y descubrí un tesoro de libros”, manifestó en una entrevista a la Stampa en 1981.

"Quien no lee, a los 70 aÑos habrá vivido una sola vida. quien lee, habrá vivido 5000 aÑos. la lectura es la importalidad al revés" (UMBERTO ECO)

EL NOMBRE DE LA ROSA

“El Nombre de la Rosa” novela con la cual el Umberto Eco se consagró, fue definida de múltiple género (filosófica, histórica y policíaca) y ambientada en un turbulento monasterio religioso del siglo XIV. Narra la investigación que realizaron Guillermo de Baskerville y Adso de Mel alrededor de una misteriosa serie de crímenes que sucedieron en dicho monasterio de la Italia septentrional. La obra obtuvo un gran suceso de parte de la crítica, y se vendieron alrededor de 50 millones de copias en treinta años y fue traducido en mas de 40 idiomas. Además de haber recibido diversos reconocimientos como el "Premio Strega” en 1981, fue incluido en la lista de “ Los 100 libros del siglo” de Le Monde y en “Editors Choice” del New York Times.

El Nombre de la Rosa, llevada también al cine

Con el objetivo de darle continuidad a su reconocida obra, en 1985 el escritor italiano publicó “Apostillas a El nombre de rosa”, un tratado poético en la cual describía como creó la novela, aportando pistas que ilustraban al lector sobre la esencia de la obra, pero sin desvelar los misterios que se planteaban en ella.

En sus últimos años de vida, el pensador italiano intervino muy menudo y de manera feroz criticando el modo con la cual se interactúa en este mundo globalizado, como por ejemplo las redes sociales. Al respecto declaró: “Permiten a las personas de estar en contacto entre ellas. El problema es cuando se dan derechos de palabra a legiones de imbéciles che antes hablaban en el bar con un vaso de vino y ahora tienen el mismo derecho de palabra que un Premio Nobel”.

Sus opiniones, muy a menudo en contra tendencia fueron siempre motivo de polémica, como por ejemplo cuando se refirió sobre el futuro que les esperaba a los diarios escritos, vista la velocidad con la cual internet acapara los gustos del público en general. Según el recordado escritor, no desaparecerán, sobretodo en esta fase en la cual abundan “tonterías y lecturas históricas fantasiosas. Soy fiel a Hegel, que decía que la lectura de los periódicos son como la oración diaria del hombre moderno. Se regresará a la información en papel. Estoy seguro”.

LOS MENSAJES CON SU NIETO EMANUELE

Como no recordar cuando Eco aconsejó a su nieto Emanuele con quien tenía un estrecho vínculo, sobre la pornografía en internet. Ocurrió cuando el filósofo le escribió, y por ende a todos los jóvenes del mundo una carta abierta a través de la revista L’Espresso. “si por casualidad vas a parar a alguno de los cientos de sitios porno que muestran la relación entre dos seres humanos, trata de no creer que eso es el sexo, porque se trata de una puesta en escena para obligarte a no salir de casa a buscar a las verdaderas chicas. Mira a las chicas de tu escuela o de dónde vayas a jugar, porque son mejores que las que ves en televisión y un día te darán más satisfacciones que las que ves en internet. Si yo hubiera descubierto el sexo a través del ordenador, tu padre no hubiese nacido y tú no existirías en absoluto”

Discurso de Emanuele en entierro de su abuelo Umberto

Emanuele le respondió a su abuelo durante la ceremonia de entierro: Querido abuelo, quería hacer una lista, ya que las listas te gustaban tanto, de todas las cosas que hicimos juntos en estos 15 años pero hubiera sido muy larga. A mí tantas veces me preguntaron: ¿Cómo es tener un abuelo así?, y yo asustado nunca supe dar una respuesta satisfactoria. Debo admitir que, desde que no estás empecé a pensar en eso. Desde chico aprecié tu afecto, tu generosidad pero, sobre todo, tu sabiduría. Luego atesoré tu inteligencia, tus conocimientos y tu sentido del humor, que nunca faltaba. Quiero agradecerte todas las historias que me contaste, todas las palabras cruzadas que hicimos, los libros que me regalaste, la música que me hiciste escuchar y los viajes que realizamos juntos. Por eso, volviendo a la pregunta que siempre me han hecho, puedo decir que tenerte como abuelo me ha siempre colmado de orgullo. Gracias, abuelo”.

Umberto Eco, quizás uno de los pocos intelectuales que en Italia se permitía de ir en contracorriente. Si tenía o no razón, esa ya es otra historia. Adiós maestro, descanse en paz.

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